Las excursiones al campo o a la montaña acercan a los niños a la naturaleza, les dan la posibilidad de disfrutar al aire libre y, además, pueden ser una buena forma de aprovechar los fines de semana durante todo el año, y especialmente en verano.
Si tienes la ruta y las botas de monte preparadas y te gustaría completar la salida campestre con actividades educativas divertidas, te sugerimos unas cuantas ideas para que las pongas en práctica con tus hijos.

CINCO IDEAS PARA APRENDER SOBRE EL TERRENO
1. Hacer un cuaderno de campo. Un cuaderno de campo es una buena manera de registrar las salidas al monte y tus hijos pueden ir completándolo con cada visita, como si fueran auténticos naturalistas. Pueden dibujar, hacer calcos (por ejemplo, de la corteza de un árbol), pegar muestras de plantas y flores, incluir fotografías, esquematizar mapas de la ruta o escribir textos contando las experiencias vividas. Se trata de una actividad que puede adaptarse a la edad del niño y a la salida realizada, ya sea a la montaña o a un parque urbano. En este enlace encontrarás algunos consejos, aquí puedes descargar un modelo sencillo en pdf para registrar datos y este es un precioso ejemplo de cuaderno de campo ilustrado.
2. Jugar a ser botánicos, geólogos o biólogos. Podéis buscar huellas o rastros de animales, avistar aves, averiguar de qué tipo son las rocas o minerales que encontréis o deducir cómo se pudieron formar las montañas que os rodean o la laguna que estáis visitando, y observar los árboles para intentar identificarlos por su forma, hojas y flores. También podéis preparar vuestro propio equipo de naturalistas y llevarlo siempre a cada salida.

3. Buscar un geocache. Los geocaches, o simplemente caches, son contenedores de diversos tamaños escondidos en millones de lugares de todo el mundo, en determinadas coordenadas GPS. Para jugar a esta búsqueda mundial del tesoro solo hay que registrarse en la web de Geocaching y localizar los caches más cercanos o los que se encuentran en el destino de vuestra escapada o excursión. Utilizando un GPS o un móvil y ayudados por algunas pistas, podréis encontrar juntos estas cajas, firmar el logbook (libro de registro), intercambiar algún pequeño tesoro y pasar un rato muy divertido mientras practicáis orientación.

4. Respetar el medio ambiente. Recuerda a tus hijos que no deben dejar basura ni desperdicios en el campo, que tienen que respetar a los seres vivos y aprender a observar el entorno sin alterarlo. Aquí tienes algunas recomendaciones sencillas para un senderismo responsable y ecológico.
5. Practicar supervivencia. Puedes convertir a tus hijos en los mejores exploradores. Enséñales a:
– hacer una cabaña o refugio
– hacer una brújula y probarla o ser capaces de orientarse sin ella
– silbar como los pájaros con las manos
– reconocer las estrellas y constelaciones
– hacer una casita o un nido para pájaros
Fuente: aulaplaneta
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